viernes, 10 de diciembre de 2010

Ya te chingaste.

Eres un idiota.
Por que si y por que yo lo digo, simplemente por que lo eres, porque te vienes y porque te vas.
Por que eres un estúpido, porque te juro que de esa manera te comportas, me enojas, me exasperas, me enojas y por tu culpa empieza a dolerme el estomago.
-Pero ahí vas de pendeja a enamorarte, ya ni la chingas-
Y eso es lo único que tengo en la mente desde que te conocí. Sí, la tonta soy yo. Pero tú, además de todo imbécil y patán.
Y no me entiendas, te juro que ni te lo pido y ni me hace falta.
Ya me produces nauseas, que bueno que hace no mucho te “conozco” o bueno medio conozco y eso más bien al que me inventaste, o al que me inventé ¡bah! ya ni importa. Esos me los puedo inventar cada semana, o todos los días para no aburrirme.
Pero aquí tú eres un idiota, un estúpido, un imbécil y un patán. Y todo por que quiero.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

A quemarropa.









Debería empezar por el cielo para hablar de ti, por que me es tan lejano y aunque lo presumo demasiado, la verdad es que lo desconozco. Debería ser sincera y admitir que me gustas más que el café. Y ya hablando de verdades, es difícil saber el color de tus ojos, conocer el olor de tu cuerpo, probar el sabor de tu boca, tener la certeza de tus manos, sentir el calor de tu pecho y creerte cuando juras que me quieres. Deberíamos empezar por ser sinceros y yo por decirte que te odio, te odio incluso antes de amarte, te odio más cuando me despierto y lo primero que hago es pensar en ti, te odio cuando siento que te quiero y siento que no debe ser así, te odio cuando canto canciones tristes como si desde hace siglos me hubieras roto el corazón. Porque empiezo a quererte más cuando el frío me quema la piel, por que te quiero a quemarropa, y a quemarropa quiero que me quieras, que me busques, que me desees, que me vivas, con amor a quemarropa. Para que me quemes con tu vida, con las ganas…también.